Es importante para la geopolítica y para entender nuestra identidad el saber que no estamos situados en lo más al sur del mundo por una suerte de casualidad, sino que desde que nació Chile con Pedro de Valdivia como parte de la Hispanidad es que los conquistadores vieron a Chile como el dominio más austral del imperio, en el extremo más austral de América.
Valdivia, cuando comienza su travesía hacia el sur, tiene como meta fundar un asentamiento en el estrecho de Magallanes para obtener una ruta más expedita a Europa, y, en el camino a este, funda las ciudades de Concepción en el paralelo 36ºS y la que lleva su nombre en el 39°S.
Este deseo de llegar al estrecho fue perpetuo y en la administración indiana motivo por el cual se construyeron los caminos de Santiago-Concepción, Concepción-Valdivia, Castro-Ancud, Castro-Nahuelhuapi y Chiloé-Valdivia para conseguir acercarse al estratégico lugar.
En el aspecto jurídico, es el mismo Pedro de Valdivia quien pide la ampliación de sus dominios hasta el estrecho, por lo cual manda a Jerónimo de Alderete a la metrópolis, y consigue no solo ampliar la gobernación de Chile hasta el estrecho, sino también fusionar los dominios chilenos con los de la Terra Australis, nombre que recibía todo territorio al sur del estrecho de Magallanes, teorizado como un solo continente, pero que con el tiempo se descubriría la separación (mar de Hoces) entre la Tierra del Fuego y la Antártica. Valdivia no alcanzó a ver esto, ya que falleció en combate en Arauco en Navidad del año 1553.
A su vez, los dominios de la Terra Australis habían sido concedidos a Pedro Sancho de la Hoz, pero, tras intentar asesinar a Valdivia en reiteradas ocasiones, es tomado preso, y finalmente es ajusticiado por Francisco de Villagra 1547, en ausencia de Valdivia, a quien había entregado sus derechos sobre los territorios australes en 1540.
Es así como llegamos al 1555 con un reino de Chile que incorpora dentro de sus dominios nominales la totalidad del estrecho, Tierra del Fuego, y todo territorio al sur de estos en el hemisferio hispánico (acordado por el Tratado de Tordesillas de 1494).
A esto se le agrega el poema «La Araucana» hecho por Alonso de Ercilla en el siglo XVI, el cual dice «Es Chile, Norte Sur, de gran longura costa del nuevo mar, del Sur llamado tendrá de Leste a Oeste, de angostura cien millas, por lo más ancho tomado bajo del Polo Antártico en altura de veinte y siete grados prolongado hasta do el mar Océano y Chileno mezclan sus aguas por angosto seno. […] Esta fue quien halló los apartados indios, de las Antárticas regiones. […] Chile, fértil provincia, y señalada En la región Antártica famosa, De remotas naciones respetada Por fuerte, principal y poderosa; La gente que produce es tan granada, Tan soberbia, gallarda y belicosa, Que no ha sido por rey jamás regida Ni a extranjero dominio sometida.»
En el poema se expresa que para la Monarquía Hispánica, Chile era el dominio por excelencia den las regiones antárticas, por lo que siempre Chile ha sido sinónimo de lo más austral del mundo, por lo que no se puede olvidar esto a la hora de pensar en nuestro futuro, con miras al continente antártico y la zona más austral de Sudamérica.
En 1557 Juan Ladrillero logra explorar el estrecho satisfactoriamente por órdenes de Andrés Hurtado de Mendoza, virrey del Perú y padre de García Hurtado de Mendoza, gobernador de Chile, además de descubrir el seno de Última Esperanza.
Durante ese mismo siglo el Imperio español intenta infructuosamente fundar asentamientos en Primera Angostura, Cabo Vírgenes (Ciudad del Nombre de Jesús), y en Punta Santa Ana (Ciudad del Rey Don Felipe), sin embargo, el intento sale tan mal que termina conociéndose como el Puerto del Hambre.
En el año 1603 Gabriel de Castilla comienza su travesía hacia los mares australes desde el puerto de Valparaíso, con el cometido de recorrer las costas de Chile, llega tan al sur que avista tierras del continente antártico en el grado 64 sur, atribuyéndosele el descubrimiento del continente por varias fuentes históricas.
Sacerdotes jesuitas realizan misiones por Chiloé y también llegan a Nahuelhuapi, Nicolás Mascardi logra recorrer la Patagonia Austral, hasta que es asesinado en ésta.
A su vez, con el pasar de los años, en los mapas comienza a aparecer el término de «Chile Moderno» como sinónimo de Tierras Magallánicas, haciéndose distinción del Chile Antiguo el cual es el ya poblado y bajo dominio efectivo del reino.
Todo esto no solo refuerza y es la base del reclamo soberano de Chile sobre el continente Antártico, sino que también debe estar presente en nuestra identidad. Chile es único por su ubicación geográfica, su cultura, pero también, por tener como destino ser lo más austral del mundo, llevando la civilización hasta el Polo Sur y abarcando territorios de tres continentes.
Teniendo esto presente, la política exterior de Estado a seguir debe siempre ir en defensa de nuestro territorio, y nuestra política interna debe potenciar su desarrollo y conectividad, logrando el sueño de todos esos conquistadores y estadistas que soñaron con un Chile con un «camino al Estrecho» y con el dominio de los mares australes.
~Alejandro López Parra, Cientista Político.